El pasado 3 de febrero se cumplían 550 de la muerte de Johannes Gutenberg, efeméride que se conmemorará durante todo el año 2018 con multitud de actos y exposiciones en toda Europa entorno a la figura del genial inventor alemán. El Año Gutenberg arrancó en Barcelona los días 1, 2 y 3 de febrero con distintas exposiciones, conferencias y talleres que contaron con la participación de personajes de la talla de Erik Spiekermann, Alan Marshal, Pilar Vélez, Wolfgang Hartmann, Andreu Balius o Eduardo Manso –entre otros– y que se cerraron con dos talleres, uno alrededor de la letra gótica –dirigido por Iván Castro– y otro que tuve el placer de conducir entorno a los tipos móviles, ambos celebrados simultáneamente en el Centro Universitario de Diseño BAU.
En dicho taller imprimimos tres piezas totalmente distintas que nos permitieron usar distintas técnicas y soportes de impresión. Desde algo cercano a la prensa vertical que usaba el mismo Gutenberg, hasta la estampación sin más ayuda que la propia presión manual ejercida con un simple rodillo de mano. Por otro lado, y atendiendo a la dificultad y lentitud del proceso, me pareció aconsejable diseñar previamente las piezas a montar e imprimir.
En primer lugar, y para evitar un exceso innecesario de formalidad, me planteé un soporte poco habitual con el que nunca había trabajado: unos sencillos posavasos. A partir de ahí y tras un montón de pruebas sugerentes –pero que nada tenían que ver con el homenajeado–, y gracias a mi cerrazón y torpeza con los idiomas (y por ende, con su pronunciación) se me ocurrió que «Gutenberg» se podía descomponer en dos partes: «Guten» (=»bueno» en alemán) y «berg» (cercano a «beer» = cerveza). ¡¡¿Qué mejor para unos posavasos en conmemoración a la figura del inventor alemán que eso?!!
La tipografía Fakir en su versión Black Condensed de Underware daba la mancha y el tono perfectos, así que la corté en láser y monté las distintas letras en un soporte para darles la altura pertinente y emular los viejos tipos de madera. Finalmente un pequeño texto en letra gótica de plomo de 16 puntos contextualizaba y daba sentido a la idea.
(Continua en la próxima entrada)
– – – – – – – – – – – – – – – – – – – –