En un momento en el que en Alemania todavía se debatía entre la idoneidad del uso de tipografías romanas para lectura o la conservación de las tradicionales góticas fraktur, Paul Renner creó uno de los alfabetos más audaces, usados y copiados del siglo XX, la tipografía Futura.
Renner, escritor prolífico en tipografía y director de la Escuela de Maestros Artesanos para Impresores en Múnich, empezó a trabajar en un encargo en verano de 1924. «Die Schrift unserer Zeit» (el tipo de nuestra época) fue la frase que le sirvió para realizar sus primeros esbozos que, finalmente, no generaron el efecto esperado en su cliente. Meses más tarde, tras paralizarse el proyecto inicial, decidió mostrar los esbozos a Heinrich Jost, asesor artístico de la fundición Bauer de Fránkfort y antiguo alumno, quien a su vez mostró el diseño a su propietario, Georg Hartmann. Fascinado con la propuesta, Hartmann y Renner iniciaron una estrecha colaboración que terminaría con la publicación del alfabeto Futura a finales de 1927.
Lejos del dogmatismo propio de la época, Renner no usó la geometría como un fin, sino que como un instrumento a partir del cual construir un alfabeto a partir de criterios de legibilidad. Gran conocedor de la herencia tipográfica clásica, partió de las inscripciones romanas para las mayúsculas, dotándolas de un ritmo y unas proporciones inexistentes hasta entonces en las tipografías de palo seco (grotescas). De ese modo las proporciones de la lapidaria romana y una construcción geométrica basada en las formas geométricas esenciales (cuadrado, círculo y triángulo) definirían, de modo innegociable, el carácter de las mayúsculas como punto de partida para, posteriormente, construir las minúsculas con esa misma lógica, eliminando las herencias caligráficas que todavía estaban presentes en algunos caracteres de caja baja.
Noventa años después Futura se ha convertido en un hito en la historia de la tipografía y en uno de los alfabetos más usados y copiados de la historia. Futura es también el alfabeto del que más versiones y pesos dispongo en BunkerType y una de mis preferidas en plomo. Sostener la materialidad de su versión supernegra en 72/84 puntos es un placer difícilmente descriptible para cualquier amante de la letra. Este proyecto es mi pequeño homenaje a esos 90 años.
Las copias, en un tiraje limitado de 90 unidades están selladas, numeradas y firmadas y se encuentran disponibles individualmente o como colección.
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Todas las composiciones están impresas manualmente en serigrafía y tipografía, con una prensa Korrex Hannover de 1964 sobre papel Materica Terrarossa de Fedrigoni
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Tamaño: 50x70cm. (19 ¾x27 ½”)
*Todas las composiciones encajan en marcos IKEA.
